En el Desierto de Atacama en Chile - considerado el desierto más árido del planeta-
se da aproximadamente una vez al año, un fenómeno que tiene una duración de tres meses. Es el tiempo del Desierto Florido.
Digo aproximadamente, porque hay años en que sencillamente no se da.
Y no es casualidad. Para que resucite esta maravillosa explosión de color hecha de flores, aves e insectos se necesita mucha agua.¿ Mucha agua en el lugar que observamos en la foto superior? mmmmm ...se ve difícil pero ocurre.
La naturaleza recurre a todos los elementos que necesita para lograr que la vida prosiga. La presencia del fenómeno climático llamado Del Niño es un elemento fundamental para que el desierto florezca.
Cuando llega a la zona la corriente marína del Niño, se provoca el calentamiento del océano y se generan fenómenos atmosféricos como intensas lluvias desde la costa hasta la cordillera.
Ese es el tiempo en que semillas y bulbos en estado de letargo se energizan y germinan al llegar la primavera.
Así se va gestando entre septiembre y noviembre, ese increíble regalo del cambio de paisaje en el desierto de Atacama.
Pero no es sólo un cambio decorativo. Trae además todo un renacer a nivel de fauna silvestre y ganado doméstico.
Los primeros en aparecer son los insectos que polinizan las flores y a la vez son alimento de aves, reptiles y mamíferos pequeños.
La alta presencia de semillas es alimento de hormigas, aves y roedores. Éstos a su vez alimentan a carnívoros como el zorro. También las semillas mejoran la nutrición de camélidos protegidos como el guanaco.
Es de enorme importancia este fenómeno que mantiene latente la vida de vegetales y animales.
Es decir, aquí nada es por azar. La naturaleza nos enseña la importancia de como los seres de la creación somos parte de un muy bien diseñado proyecto de Dios.
Podemos comprenderlo y aceptarlo o no; pero es así.
De ahí la importancia y gravedad de alterar los ecosistemas a nuestro regalado gusto. Suponer
que cualquier cosa se puede modificarar porque sí, no tarda en respondernos con daños irreparables.
Y una vez más observamos como el agua es fuente de vida para los seres de la creación.
Sin este fenómeno, esas semillas dormidas en el desierto serían sólo un seco grano de arena más.
Con la presencia de la lluvia la vida se renueva. Y aunque demore en llegar, cuando esto ocurre la belleza y la vida plena se manifiestan con rostro alegre y vivaz, renovándolo todo.
Es como cuando los seres humanos descubrimos en nuestro caminar que: el día que encontramos la fuente de Agua Viva que, es la presencia de Jesús y su Palabra y la ponemos en el centro de nuestra vida, despertamos y revitalizamos esas semillas de fraternidad, bondad y amor a nuestros semejantes, que es la impronta de Dios en los corazones de todos los hombres.
Y si aun el Agua Viva no aparece en nuestra vida, no desmayemos porque la encontraremos cuando estemos más necesitados y sedientos de ella.
"Si alguno tiene sed, venga a mí y beba." – Jn 7:37
Fraternalmente
PAZ Y BIEN
No hay comentarios:
Publicar un comentario