viernes, 17 de abril de 2009

FRAY ANDRESITO, MISIONERO INCANSABLE.

Esta antigua litografía nos muestra el rostro de nuestro querido hermano Fray Andresito. Hombre sencillo, con un historial de santidad que con el paso de los años no ha hecho más que crecer y reafirmarse.
Somos muchos los que hemos recibido ( más de una vez en lo personal), el regalo de su intercesión. Pequeños milagros que no serían considerados en su proceso de beatificación porque no reunen las características que exige el procedimiento; pero no por eso menos valiosos. Su trabajo de acercar a Dios a quienes le confiaban sus penas y necesidades, es una labor que lo hizo cercano y querido por casi todas las personas de la sociedad de su tiempo.
Es un gran privilegio que nos concedió el Señor que los restos de Fray Andresito reposen en la Recoleta Franciscana. El que esté en este sitio por tantos años nos parece natural y es muy bendecido visitarlo y orar en su tumba; al igual que tantas generaciones que lo han hecho con profunda devoción. Despues de todo, él fue muy cercano a todas las personas en los catorce años que duró su vida de limosnero y misionero en Chile.
Hemos sido testigos estos ultimos meses de un drama humano, que ya ha tenido su desenlace hace como dos semanas. Me refiero a lo que pasó con el niño Felipe Cruzat.
Creo que pocas veces la opinión pública se comprometió tan masivamente frente a un hecho, como en este caso. Estamos acostumbrados a que la gente comente y se preocupe de fútbol, por ejemplo...o quizas alguna elección política; pero aquí el motivo era de vida o muerte para un niño . La espera de un corazón  que tal vez le salvaría la vida.
Y no supimos cómo en poco más de tres meses la espera de ese corazón nos importó a todos.
Cada uno con su opinión brotaron las cadenas de oración, creció la preocupación y se pidió ayuda a Fray Andresito.
Como siempre lo hizo el humilde franciscano disponible para cumplir la voluntad de Dios - y aliviar a sus semejantes- estuvo presente físicamente cerca de Felipe; los hermanos franciscanos le llevaron su sangre que  permanece líquida por mas 150 años. Además ellos oraron diariamente por el niño.
Felipe reconoció la santidad de Fray Andresito cuando le mostraron una estampita suya.
Este hecho conmovió a todos los presentes considerando que el niño no lo conocía de antes.
El compromiso de los hermanos franciscanos con el niño enfermo fue intenso y estuvieron muy cerca de él y de sus padres. La salud de Felipe era delicada. En medio de sus problemas, un día le comentó a su papá que, Fray Andresito lo visitaba y acompañaba de vez en cuando. Una respuesta emocionada de la comunidad y su familia repletaron la Recoleta Franciscana, orando a Dios, con la intercesión de Fray Andresito.
Pareció mejorar un tanto la condición del niño, con su conexión a un corazón mecánico que, aliviaría su estado, mientras aparecía el donante compatible.
Como siempre que Fray Andresito se acercaba a la gente, no lo hacía por si mismo, sino en su calidad de instrumento de Dios, para que se realizara la voluntad del Padre en las personas. Esta vez su presencia espiritual  despertó en los corazones la solidaridad; la necesidad de orar; la sana preocupación , el deseo de ayudar; el oir con empatía; el conmoverse y llorar sinceramente por el dolor ajeno y además plantearse la posibilidad de ser donante de órganos. Tambien - por testimonios de los sacerdotes-, sabemos que surgieron nuevas conversiones de personas que con estos hechos sintieron renacer su necesidad de reencontrarse con el Señor y acercarse a la Confesión y la Comunión.
Asociamos los milagros con actos sorprendentes y prodigiosos, que nos dejan sin hablar...
pero los milagros la mayoría de las veces se presentan en el silencio de los corazones. En la intimidad de los espíritus, capaces de vaciarse de lo irrelevante y mirar con ojos simples de niños como Felipe, el brotar  del sumo bien, desde las situaciones mas tristes. Los que sólo buscan lo espectacular y entretenido, no notarán esos detalles . Tampoco lo harán probablemente los que todo lo miden según las estadísticas y la lógica.
Fray Andresito acompañó a Felipe en su difícil camino; y en ese trayecto en que el niño compartió la cruz de Cristo, el limosnero franciscano, fue su Cirineo, amigo e intercesor;
tanto por él como por su familia, sus amigos y todos aquellos que comprometieron su sentir y dejaron traspasar su corazón por el sufrimiento de otro  que estaba más allá de su metro cuadrado.
Así es Fray Andresito, amigo de los débiles y vulnerables; apoya los espíritus que buenamente
confían en el Señor. Doy fe que nos socorre en los instantes que nos sentimos perdidos.
Sus milagros están presente en las vidas de los hombres de buena voluntad, capaces de ver con grandeza que el centro de la existencia humana se sustenta en el Amor, que emana de Dios y se proyecta en nuestro prójimo.

PAZ Y BIEN

2 comentarios:

Unknown dijo...

Muchas gracias por haber escrito esto, me transmitió mucha paz. Gracias por entregar contenidos espirituales y hacerme reflexionar y detenerme un momento.
Un abrazo fraterno y mi admiración

carmencancino dijo...

Estimado Rodrigo, mil gracias por su comentario tan lindo y estimulante.
Que el Señor lo guíe y bendiga a Ud. y a sus seres queridos cada día.
Con mucho cariño un abrazo fraterno que lo colme de Paz y Bien