martes, 11 de octubre de 2011

Padre , quiero darte las gracias por mi Amerindia



1. Quiero decirte Padre en aymará, / quiero nombrarte padre en araucano, / quiero mostrarte Padre mi otavalo, / quiero darte las gracias por mi Amerindia.

2. Quiero decirte fuerte te amo en quechua, / quiero sembrar tu Reino con trigo maya, / quiero darte mi vida como azteca, / quiero adornar tu frente con oro inca.

Mi Padre en tu corazón encuentro / mi sintonía, mi sintonía / y puedo consagrar ahora mi pueblo. / todo a María, todo a María.

2. Quiero decirte Padre en guaraní, / quiero nombrarte Padre con mi alma shuara, / quiero mostrarte Padre sierra y mares, / quiero darte las gracias por mi Amerindia.

Este 12 de octubre se cumplen 519 años del descubrimiento de América.
Es una fecha en la que agradezco a Dios por nuestros pueblos originarios o amerindios.
El aporte que nuestros pueblos prehispánicos nos entregan con su forma de vida es muy valioso y sin estridencias.
En un mundo como el nuestro enloquecido por la búsqueda de bienes materiales donde todo vale a la hora de lucrar, nuestros hermanos que habitaban estas tierras desde tiempos inmemoriales, nos entregan su testimonio de vida donde priman la simpleza, el desprendimiento y el respeto al medioambiente. Al igual que Jesús que constituyó la Iglesia con una comunidad de hermanos, nuestros pueblos originarios compartían en comunidad desde siempre; incluso antes de conocer el Evangelio . Y esa forma de vida la mantienen hasta hoy.
La vida comunitaria aleja le tentación del competir; poniendo su énfasis en el compartir. La austeridad que representa esta manera de vivir, los pone también a resguardo de ambicionar lujos y riquezas personales. No calza la ambición cuando lo primordial es conseguir el sustento diario; el trigo, los piñones, el maíz,  otros cultivos  y  el agua.  Todo lo que ellos producen es para toda la comunidad y hacia ello se centran sus esfuerzos.
No obstante su natural sencillez en el vivir y sus costumbres, hay necesidades de estos pueblos que no han sido debidamente atendidos.
Observamos con tristeza que han sido olvidados por las políticas gubernamentales y nuestros pueblos demandan justamente mejores niveles de vida y más oportunidades. Quiero recordar también que muchas de estas culturas se han extinguido sin la atención que correspondía. Y actualmente hay otras que sobreviven con grandes dificultades.
Las políticas públicas no han sido exitosas para nada en la superación de problemas que los aquejan.   Deficiencias en la salud, educación, poca calificación laboral y carencia de tierras de buena calidad.
Como sociedad hemos sido muy mezquinos y miopes. No nos hemos hecho cargo de la riqueza que representa la diversidad multicultural. Han primado otras valoraciones.
Pidamos a Dios para que su Santo Espíritu ilumine las mentes y corazones de aquellos que tienen en sus manos la posibilidad de dignificar a los pueblos originarios.  Mejorar  sus oportunidades de desarrollo integral, velando siempre por el respeto de su identidad.
Y que nuestro Padre bendiga y proteja abundantemente a nuestros pueblos ancestrales y a todos sus descendientes, porque son una parte muy noble y valiosa de su creación. Tenemos mucho que aprender de ellos.

FRATERNALMENTE
PAZ Y BIEN



2 comentarios:

Anónimo dijo...

Querida Carmen, gracias por recordarnos a nuestra familia muchas veces ignorada y maltratada y, a pesar que llevamos su sangre heroica, la remitimos sólo a un recuerdo ajeno, como si no formáramos parte de esa piel y de ese espíritu.
Un abrazo

carmencancino dijo...

Anónimo , gracias a tí por tu comentario lleno de sabiduría y al enfoque tan certero sobre nuestros orígenes .
Todo un aporte tu comentario.
Un abrazo grande