Tradicionalmente este día después de la Santa Misa, se bendice a las mascotas que son llevadas por sus dueños. Repletan los rincones, patios y jardines . Aves, perros, gatos, tortugas y hasta conejos reciben la bendición que los sacerdotes les entregan y que sus dueños comparten con devoción y alegría.
Este año los hermanos de la Tercera Orden Franciscana Seglar entregamos a los feligreses un regalito que fue muy bien acogido por todos. Constituye además un acto simbólico dentro del espíritu franciscano; se regalaron plantas. Junto con bendecir a sus regalones, las personas además fueron invitadas a escoger la planta de su agrado dentro de la variedad de plantas medicinales chiquitas, flores y brotes de arbolitos que llevamos los hermanos. Esperamos que la próxima vez llevemos tantísimas más porque el alegrón que se creó es muy positivo y bien valdría la pena repetirlo.
Más aún considerando que cada plantita regalada- hasta la más humilde - es una forma de regalar vida, oxígeno y salud . Tratando de ser lo mas consecuentes con lo que nos pide nuestro compromiso de vida franciscana el hacerse cargo y cuidar los humildes brotes verdes, es una forma de motivar a la comunidad en el cultivo de elementos que mejoran el medioambiente. Eso sin olvidar que también fue muy hermoso percibir la alegre sorpresa de las personas que no podían creer que las plantas eran regaladas.
Estos detalles tal vez no sean más que eso; pero son tantos los hechos tristes que a menudo nos llegan y ensombrecen nuestros espíritus que me pareció muy agradable compartir con ustedes esta humilde experiencia que por lo lograda,-- a pesar de la sencillez con que se realizó--, bien vale dar a conocer porque alegró el corazón de muchas personas; tanto los regalados como los que regalaron. Estos simples y delicados brotes verdes, son brotes de cercanía fraterna y también de búsqueda de Paz y Bien. Lo único que nos queda por hacer es cuidarlos con cariño y paciencia día a día. NO PODEMOS NI DEBEMOS DEJAR QUE se sequen y mueran por falta de atención y de Amor.
Estos detalles tal vez no sean más que eso; pero son tantos los hechos tristes que a menudo nos llegan y ensombrecen nuestros espíritus que me pareció muy agradable compartir con ustedes esta humilde experiencia que por lo lograda,-- a pesar de la sencillez con que se realizó--, bien vale dar a conocer porque alegró el corazón de muchas personas; tanto los regalados como los que regalaron. Estos simples y delicados brotes verdes, son brotes de cercanía fraterna y también de búsqueda de Paz y Bien. Lo único que nos queda por hacer es cuidarlos con cariño y paciencia día a día. NO PODEMOS NI DEBEMOS DEJAR QUE se sequen y mueran por falta de atención y de Amor.
PAZ Y BIEN
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