Queridos amigos
en tiempos de reflexión no está demás observarnos . En la actualidad más que nunca podemos enterarnos de hechos que ocurren en casi todos los rincones de nuestro planeta.
Los hay muy variados y es tan fácil como dedicarles un poco de tiempo y ya nos informamos de
un sinfín de actos que no pocas veces nos duelen.
De muy antiguo oíamos este dicho que creo muchos conocemos y era que la mayor aspiración de los seres humanos ,para sentirnos satisfechos con nuestro paso por esta vida, era sembrar un árbol, escribir un libro y tener un hijo .
Hasta allí se ve un sano propósito inspirador que a nadie molesta.
No tiene nada de malo aspirar a aquello.
Lo triste es que a través de la historia hemos ido perdiendo la capacidad de fijarnos metas comprometidas como éstas. Tal vez a alguien le parezcan poco relevantes esos tres objetivos de vida,
sin embargo para darles forma se nos sugería implícitamente la perseverancia, la sana observación de
nuestras ambiciones y la capacidad de entregar sin esperar mucho a cambio.
Parece que con el correr de los tiempos nos hemos acelerado tanto que somos incapaces de sacar adelante proyectos a largo plazo. No es por ser negativos , pero los valores más humanos se han ido esfumando drásticamente en la nube de la celeridad y el atender mil cosas a la vez. Los elementos distractores nos sobrepasan y ya no nos importa que se sequen los árboles, casi nadie quiere tener hijos y antes de leer un libro mejor veo el celular que más entretenido e interactivo ...
Tal vez no haya vuelta atrás para la nostalgia . Pero no olvidemos darle un espacio a una pequeña reflexión. Nunca está demás.
Saludos fraternos !!
domingo, 17 de junio de 2018
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